lunes, 6 de septiembre de 2010

El 25% de los universitarios vive en hogares vulnerables

La franja abarca una parte importante de quienes desertan."No siempre educación pública es sinónimo de accesible", advierte el secretario de Bienestar Universitario de la UNS, Pedro Silberman.
"Hay muchos chicos para los que la universidad es un tema que no existe ni en sueños. Es como ir a la luna. No es, como antes, algo a lo que 'no pueden llegar', porque no lo tienen ni como expectativa frustrada. Es cultural, porque sus padres y abuelos tampoco lo pensaron", sostuvo el secretario de Bienestar Universitario de la casa de altos estudios, Pedro Silberman.
A la hora de analizar las características de la matrícula del nivel superior, añadió que el 25% de los alumnos de la UNS proviene de familias con bajos recursos.
"Es difícil que se mantengan, a pesar de que existe ayuda oficial, pero no la buscan y dejan. Para ayudarlos a mantenerse e incrementar esa franja, en vez de esperar que lo pidan, debemos ir a buscarlos, porque hay jóvenes que se quedan fuera de la universidad creyendo que no es un mundo para ellos. No siempre educación pública es sinónimo de accesible", destacó.
El profesional indicó que, según las investigaciones realizadas, el 75% de los universitarios de la UNS es de clase media, media baja, media alta y alta, tanto de nuestra ciudad como de la zona.
"No trabajan hasta que se reciben, tienen 18 años, egresaron de buenos colegios, dependen del presupuesto familiar y sus padres son profesionales, con estudios universitarios o terciarios. Tienen una situación mínimamente cómoda para emprender una carrera.
"En cambio, los que vienen de una situación familiar y social diferente son minoría y les resulta difícil el cursado, porque tienen que trabajar o porque las prioridades pasan por otro lado", destacó.
Indicó que, en general, solían sobrar becas y subsidios para jóvenes con inconvenientes económicos; más que nada, porque costaba que los posibles beneficiarios los solicitaran.
"Los que más necesitaban el beneficio no accedían a él. Analizamos que había que ir a buscarlos, dar mejor difusión. La necesidad existía", definió.
IR A LA MONTAÑA
Silberman indicó que las casas de altos estudios deben rever sus políticas, para que el estudio universitario sea realmente para todos. Y en tal sentido, mencionó el trabajo de campo que se realiza en tres barrios de la ciudad, para incluir sectores que se autoexcluían.
"La UNS debe ir a ellos. Hay una franja etaria cuyos padres y abuelos tampoco soñaron con un estudio superior, no tienen la universidad incorporada. Eso, inconscientemente, se repite de generación en generación, y así quedan afuera sin intentarlo. Y los que lo hacen, al primer escollo, dejan, porque piensan que no pueden", recalcó.
También aclaró que existen mitos como que el ingreso es para elegidos o que sólo algunos pueden tener un título universitario, temas que son de difícil erradicación.
"Incrementamos el dinero para becas y apuntamos a buscar a los alumnos. Los programas que hacemos en barrios como 9 de Noviembre o Villa Rosario y Villa Rosas apuntan a convencer a los chicos de que es posible que sean universitarios y que la UNS los va a ayudar", destacó.
Indicó Silberman que egresados que también tuvieron un pasado similar cuentan a los futuros alumnos sus experiencias: "Si ellos pudieron, otros también, es el sentido de lo que les cuentan".
Además de las becas, el servicio alimentario y el traslado, la UNS realiza con los futuros egresados de hogares vulnerables talleres de adaptación académica, organiza visitas a los diversos departamentos y les proporciona guía de tutores.
"Son producto de sectores desaventajados por cuestiones económicas, sociales, geográficas y culturales. Familias para las cuales la visita del rector de la UNS explicándoles en resumidas cuentas que un hijo universitario es posible es un buen aliento", destacó.
El profesor de la carrera de Medicina acotó que el rector Guillermo Crapiste visitó a los futuros alumnos de Villa Rosario Sur, tal como lo hizo en el 9 de Noviembre. "Las universidades deben moverse", acotó.
Este año, empezaron la universidad 18 chicos del programa del 9 de Noviembre, mientras que, en 2011, harán lo propio 25 de Villa Rosario Sur y 15 de Villa Rosas.
Mediante alumnos avanzados de varias carreras universitarias se les dio apoyo para que puedan terminar sus estudios e, incluso, aprobar las previas de años anteriores. También, para prepararlos para el examen de diagnóstico de diciembre.
A eso se suman becas de transporte y fotocopias. Entre las carreras que eligieron, figuran biología, bioquímica, farmacia, enfermería y ciencias de la administración.
INCLUSIÓN Y ROL SOCIAL
"Hay tres puntos a los que apuntamos para incluirlos en la UNS: los jóvenes más desfavorecidos, los discapacitados y los jubilados. La universidad tiene un rol social y debe ser un agente de cambio para promover el ascenso social, no sólo en relación a las clases, sino a sus posibilidades personales.
"La discapacidad es un tema complejo socialmente. Además de las becas, contamos con un software para ciegos en la biblioteca y vamos a empezar un trabajo con la Escuela Nº 507, para preparar a los futuros alumnos".
Además, funciona un equipo de psicólogos que atiende a chicos con dificultades de aprendizaje.
"Por otro lado, hace dos años que casi 80 jubilados cursan la diplomatura y es alto el impacto que tiene en ellos el estudio. ¡Ya están organizando el viaje de fin de curso! Sólo dejaron 4 o 5 desde que empezó la carrera. Y los cursos para jubilados siguen siendo un gran atractivo", aseguró.
ESTÍMULO Y TRANSPORTE
La UNS incrementó en medio millón de pesos la partida destinada a becas de estímulo y transporte. El total es de 1,5 millones de pesos, en 2010. Se otorgan subsidios a 638 alumnos de la ciudad y la zona (1.800 pesos por año para los bahienses y 2.500 para los foráneos).
En transporte, con dos pasajes diarios urbanos o a Punta Alta y Cabildo, se ayuda a 704 jóvenes.
Además, 96 alumnos viven en las residencias estudiantiles y 252 almuerzan gratuitamente, de lunes a viernes, en el comedor universitario.
En fotocopias, se entregan 30 mil pesos anuales en resmas para los centros de estudiantes.
Alrededor de 400 alumnos reciben un promedio de 500 pesos por mes. Se trata del programa Becas del Bicentenario, que empezó el año último y que estimula el estudio de carreras técnicas, que son necesarias en el mercado laboral y que no tienen egresados suficientes.
COBERTURA EN SALUD
En pocos días más se concretará un convenio con el Ministerio de Salud provincial, para la cobertura médica de los alumnos sin obra social. Será la primera universidad cuyos estudiantes tendrán una tarjeta para acceder al seguro público de salud.
DATOS
La UNS tiene alrededor de 25 mil alumnos, de los cuales el 53% son de otras ciudades. De ellos, cerca de 9 mil son regulares, es decir que rindieron y aprobaron dos exámenes finales en el último año. Se dictan más de 50 carreras de grado. Ingresan cerca de 4.000 jóvenes por año y alrededor del 30% abandona antes del segundo año. Anualmente, se reciben poco más de mil. Derecho y Contador Público son las carreras más convocantes.

Fuente: La Nueva Provincia


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