Las comparaciones son odiosas. Pero a veces, evaluar como esta nuestra ciudad frente a otras del país puede ayudarnos a saber mejor donde estamos parados. Y si se consideran apenas dos de las principales preocupaciones de los argentinos (vivienda y trabajo) los datos oficiales reflejan que Bahía Blanca tiene indicadores bastante mejores con relación a otras, aunque la pobre generación de nuevos empleos de calidad de los últimos seis años es sin dudas una preocupación que urge resolver.
Tomando la primera variable (vivienda propia, esto es, la familia es propietaria tanto del terreno como del inmueble que ocupa), Bahía Blanca tiene un 57% de hogares de este régimen de tenencia, frente al 44% de CABA o el 54% de Río Cuarto.
Aunque pueda parecer auspicioso, el dato no dice nada acerca de la calidad de la vivienda habitada. De hecho, Concordia (ver gráfico de abajo), la ciudad con mayor porcentaje de pobreza de nuestro país, ostenta ratios de propietarios con relación al total de viviendas superiores a los de Bahía Blanca (67% al último trimestre del año pasado).
Sin embargo, apenas el 26% de las viviendas de la localidad entrerriana posee gas de red frente al 84% de nuestra ciudad. Este último indicador es también favorable para Bahía Blanca cuando se compara con los partidos del Conurbano bonaerense, donde el 69% tiene acceso al gas de red.
Por razones obvias, el mejor porcentaje de cobertura de gas de red la tiene Neuquén, con el 100%.
Otro dato de interés surge al evaluar el porcentaje de hogares que se sostiene con subsidios o ayuda social (en dinero) del gobierno, iglesias, etcétera.
Como era de esperarse, acorde con sus mayores niveles de pobreza por ingresos, el 23% de los hogares de Concordia se sostiene gracias a estos aportes, frente al 8% de Bahía Blanca, el 6,61% y el 6,54% de Neuquén y CABA respectivamente, el 20% del GBA y el 15% de Río Cuarto.
Empleo
Si se toma la variable empleo privado registrado, la ciudad también tiene porcentajes que superan a varias de las localidades objeto de esta comparación. Prueba esto es que, sobre un total de 76.950 asalariados privados, 49.835 estaba registrado (65% del total), permaneciendo los 27.715 restantes en la informalidad (el 35% remanente), lo que arroja porcentajes de empleo de calidad superiores al 36% de Concordia o el 43% de Río Cuarto, donde el empleo mal llamado “en negro” supera el 64 y el 56% respectivamente.
Comparando con la cercana Neuquén, los datos oficiales reflejan que el 67% de los asalariados privados neuquinos están registrados, frente al 33% remanente que no lo están, cifra por encima de la local, aunque no demasiado alejada.
Sin embargo, y siempre mirando el caso local, hay un dato que resulta por demás preocupante: en los últimos seis años, el porcentaje de privados registrados cayó desde el 68% al 65% actual, al tiempo que, en el mismo lapso, el porcentaje de no registrados subió desde el 32 al 35%.
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