La tasa de desempleo en Mendoza es relativamente baja y en el segundo
trimestre de 2012 marcó 4,7% según los últimos datos publicados por la
Dirección de Estadísticas y Censos (DEIE), mientras que en el mismo
período del año pasado, ese número era de 5,3%. Sin embargo, en los
últimos meses, los datos sobre expectativas y demanda de empleo vienen
en franca caída, al mismo tiempo que -hasta que se incrementaron los
requisitos- crecían los pedidos por parte de las empresas mendocinas
para recibir un subsidio nacional de sostenimiento de empleo.
En este contexto, una encuesta muestra un crecimiento, en los últimos tres meses, de la cantidad de personas que buscan trabajo y no encuentran dentro del Gran Mendoza. Se trata de un análisis específicamente realizado para este diario por la consultora Copyle SA -que dirige Elbio Rodríguez. Aquí se observó un crecimiento en la evolución de hogares donde había al menos una persona desocupada y que, a pesar de necesitar trabajar, no tuvo la suerte de encontrar empleo.
Aunque los especialistas diferencian este tipo de datos con los que muestran las estadísticas sobre desocupación de los organismos oficiales, advierten que existe una tendencia al crecimiento de quienes salen a buscar trabajo. Esto debido a que -por lo general- cuando la economía no marcha bien, el número de personas que busca trabajo es mayor. En la actualidad, la inflación se presenta como el principal factor que impulsa a la gente a necesitar más empleo debido a la baja en el poder adquisitivo.
Así, mientras en agosto en el 29% de las casas consultadas vivía alguien sin poder emplearse, esa cifra creció al 34% en setiembre y para octubre se registró un 36,09% de hogares con personas con dificultades para encontrar trabajo. La encuesta se realizó de manera telefónica en los cinco departamentos principales de la provincia: Capital, Godoy Cruz, Guaymallén, Las Heras, Luján, Maipú y San Rafael (ver aparte).
Guaymallén (47%), Maipú (40%) y San Rafael (43%) son los distritos donde se concentra la mayor cantidad de hogares con personas que quieren trabajar y no pueden. Del otro lado, Ciudad (27%) y Las Heras (31%) tienen los porcentajes más bajos. "A primera vista, pareciera que los departamentos más vinculados con las tareas rurales presentan más problemas en el tema del empleo que en los que priman los servicios urbanos", estimó Rodríguez.
Señal de alerta
Con respecto al crecimiento de las personas que desean trabajar según la encuesta hecha por Rodríguez, Dora Balada, directora de Empleo de la Subsecretaría de Trabajo de la provincia, expresó que aunque aún no están redondeados los datos oficiales del último trimestre, si han observado un aumento en la cantidad de gente que quiere trabajar, así como una disminución o un freno en el número de puestos que las empresas pretenden cubrir.
"Claro que el porcentaje que nosotros manejamos es mucho menor porque trabajamos con muestras más grandes, pero es probable que se vea un aumento del desempleo en los últimos meses", comentó Balada.
Alejandro Trapé, economista y profesor de Economía de la UN Cuyo, aclaró que la tasa de desocupación de un país se mide sobre la Población Económicamente Activa (PEA), es decir, quienes tienen entre 14 y 65 años y desean trabajar. En Argentina, la PEA es de entre el 40% y el 45% del total. Dentro de la misma se encuentran los empleados, los subempleados y los desempleados.
"Se entiende que quien se cataloga como 'desocupado' es porque no tiene trabajo, está buscando pero no lo encuentra", explicó Trapé, al mismo tiempo que agregó que si la persona no trabajara ni quisiera hacerlo saldría de la PEA y pasaría a la Población Económicamente Inactiva (PEI). Esto no es común que pase aunque suele suceder cuando se transcurre mucho tiempo sin encontrar trabajo, la persona se desalienta y sale del mercado o, a veces, cuando -subsidio mediante- decide que no se necesita trabajar.
Dicho lo anterior, el economista expresó que -en los datos recabados por Rodríguez- pueden ocurrir tres cosas. Por un lado, el porcentaje de personas que busca trabajo y no encuentra es mayor porque hay menos oportunidades laborales en el mercado.
Por otra parte, es posible que -existiendo la misma cantidad de chances de trabajar- haya más gente que sale a buscar. "Por ejemplo, un ama de casa o alguien que recibe un plan social y ve que ya no le alcanza para lo que antes sí", mostró Trapé. En este sentido, según la visión del economista, esto también muestra problemas debido a que revela que la gente necesita salir a buscar trabajo para "redondear" un mejor ingreso o recuperar una entrada que le "comió" la inflación.
La tercera opción -y es por la cual se inclina este investigador de la Universidad de Cuyo- es que se trata de una combinación de ambas cuestiones. En este sentido, Balada expresó que en esta época del año es complejo dar trabajo por lo que suele haber aumento en la desocupación calificada como estacional más allá de la desaceleración existente en el mercado laboral.
En este contexto, una encuesta muestra un crecimiento, en los últimos tres meses, de la cantidad de personas que buscan trabajo y no encuentran dentro del Gran Mendoza. Se trata de un análisis específicamente realizado para este diario por la consultora Copyle SA -que dirige Elbio Rodríguez. Aquí se observó un crecimiento en la evolución de hogares donde había al menos una persona desocupada y que, a pesar de necesitar trabajar, no tuvo la suerte de encontrar empleo.
Aunque los especialistas diferencian este tipo de datos con los que muestran las estadísticas sobre desocupación de los organismos oficiales, advierten que existe una tendencia al crecimiento de quienes salen a buscar trabajo. Esto debido a que -por lo general- cuando la economía no marcha bien, el número de personas que busca trabajo es mayor. En la actualidad, la inflación se presenta como el principal factor que impulsa a la gente a necesitar más empleo debido a la baja en el poder adquisitivo.
Así, mientras en agosto en el 29% de las casas consultadas vivía alguien sin poder emplearse, esa cifra creció al 34% en setiembre y para octubre se registró un 36,09% de hogares con personas con dificultades para encontrar trabajo. La encuesta se realizó de manera telefónica en los cinco departamentos principales de la provincia: Capital, Godoy Cruz, Guaymallén, Las Heras, Luján, Maipú y San Rafael (ver aparte).
Guaymallén (47%), Maipú (40%) y San Rafael (43%) son los distritos donde se concentra la mayor cantidad de hogares con personas que quieren trabajar y no pueden. Del otro lado, Ciudad (27%) y Las Heras (31%) tienen los porcentajes más bajos. "A primera vista, pareciera que los departamentos más vinculados con las tareas rurales presentan más problemas en el tema del empleo que en los que priman los servicios urbanos", estimó Rodríguez.
Señal de alerta
Con respecto al crecimiento de las personas que desean trabajar según la encuesta hecha por Rodríguez, Dora Balada, directora de Empleo de la Subsecretaría de Trabajo de la provincia, expresó que aunque aún no están redondeados los datos oficiales del último trimestre, si han observado un aumento en la cantidad de gente que quiere trabajar, así como una disminución o un freno en el número de puestos que las empresas pretenden cubrir.
"Claro que el porcentaje que nosotros manejamos es mucho menor porque trabajamos con muestras más grandes, pero es probable que se vea un aumento del desempleo en los últimos meses", comentó Balada.
Alejandro Trapé, economista y profesor de Economía de la UN Cuyo, aclaró que la tasa de desocupación de un país se mide sobre la Población Económicamente Activa (PEA), es decir, quienes tienen entre 14 y 65 años y desean trabajar. En Argentina, la PEA es de entre el 40% y el 45% del total. Dentro de la misma se encuentran los empleados, los subempleados y los desempleados.
"Se entiende que quien se cataloga como 'desocupado' es porque no tiene trabajo, está buscando pero no lo encuentra", explicó Trapé, al mismo tiempo que agregó que si la persona no trabajara ni quisiera hacerlo saldría de la PEA y pasaría a la Población Económicamente Inactiva (PEI). Esto no es común que pase aunque suele suceder cuando se transcurre mucho tiempo sin encontrar trabajo, la persona se desalienta y sale del mercado o, a veces, cuando -subsidio mediante- decide que no se necesita trabajar.
Dicho lo anterior, el economista expresó que -en los datos recabados por Rodríguez- pueden ocurrir tres cosas. Por un lado, el porcentaje de personas que busca trabajo y no encuentra es mayor porque hay menos oportunidades laborales en el mercado.
Por otra parte, es posible que -existiendo la misma cantidad de chances de trabajar- haya más gente que sale a buscar. "Por ejemplo, un ama de casa o alguien que recibe un plan social y ve que ya no le alcanza para lo que antes sí", mostró Trapé. En este sentido, según la visión del economista, esto también muestra problemas debido a que revela que la gente necesita salir a buscar trabajo para "redondear" un mejor ingreso o recuperar una entrada que le "comió" la inflación.
La tercera opción -y es por la cual se inclina este investigador de la Universidad de Cuyo- es que se trata de una combinación de ambas cuestiones. En este sentido, Balada expresó que en esta época del año es complejo dar trabajo por lo que suele haber aumento en la desocupación calificada como estacional más allá de la desaceleración existente en el mercado laboral.
Fuente: www.losandes.com.ar
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