El
INDEC afirma que Resistencia tiene la tasa de desempleo más baja del país:
0,4%. Pero el dato está distorsionado con planes sociales y picardía política.
Desocupados “invisibles” dan su testimonio.
Patricia
Careaga vive debajo de una hamburguesa. Su toldo de plástico alguna vez fue
cartel de publicidad de un local de comidas rápidas, símbolo capitalista
reciclado en techo de una vivienda social.
Ella
tiene 35 años, secundario completo, terciario iniciado, nociones de francés,
experiencia como maestra de tejido y la fuerza de un camión, pero trabajo, no
tiene.
Fabián
Verón es electricista y puede hacer tareas de mantenimiento industrial. Es el
papá de Luz Milagros, la beba que resucitó en abril y le lleva ganados seis
meses a la muerte. Fe no le falta, ayudas esporádicas recibe y promesas
laborales ha escuchado, pero un puesto estable, con plenitud de derechos,
todavía no consigue.
Gladys
López va día por medio a un lubricentro donde le pagan 47,50 pesos por tarde
que le toca. La Asignación Universal por Hijo y una quinta con zapallos, acelga
y cebollas de verdeo refuerzan su presupuesto para dar de comer a sus cuatro
hijos. Pero nunca tuvo acceso a un empleo en blanco.
Germán
Cazal supervisa la construcción del monoambiente donde vivirá con su familia
antes de la Navidad. Hace trueque con los albañiles: les paga con sándwiches de
milanesa y mercadería de su pequeño almacén. Compró los ladrillos con la
indemnización que recibió hace un año de una cadena de electrodomésticos que
impuso el ajuste y lo dejó en la calle. Desde entonces, el vendedor de
electrodomésticos vive en un barrio donde no puede enchufar la heladera, porque
hay baja tensión. Reparte su currículum varias veces a la semana, pero del mercado
formal nadie lo convoca.
Estas
historias tienen nombre y apellido, porque son testimonios obtenidos de primera
mano por Clarín en el Gran Resistencia, un conglomerado donde, según las
estadísticas oficiales, los desocupados no existen .
La
última medición del INDEC afirma que el desempleo allí es de sólo el 0,4 por
ciento, algo “histórico” para el gobernador Jorge Capitanich, que además
promete impulsar la creación de 40 mil empleos más en el sector privado de aquí
al año 2015.
Un
conocedor de las asimetrías de la provincia, Rolando Núñez, le sale al cruce:
“El desempleo abierto supera los dos dígitos y esto ocurre porque no hay
fuentes de trabajo, la tasa de actividad es muy baja y disfrazan el desempleo
con la idea de que mucha gente dejó de buscar trabajo o no quiere buscarlo, con
eso achatan la tasa. En definitiva, hay entre 60 y 70 mil chaqueños que quieren
trabajar y no pueden trabajar, están desocupados, sin considerar que tenemos un
valor similar de aquellos que están con planes, becas y programas sustitutivos
de empleo sin que trabajen o prestando servicios poco intensos, pocas horas, y
que figuran como empleados”.
“A
eso se suma otro factor, que es el enorme desarrollo del empleo público: hay
104 mil personas que están trabajando mensualmente para el Estado entre el
personal permanente y el transitorio. Ahí hay un bosquejo de trabajo, pero no
fuentes de trabajo”, explica Núñez, coordinador del Centro Mandela, una ONG
dedicada a temas sociales.
En
esta ciudad de esculturas en cada esquina -tres Evita, dos Perón, una Torre
Eiffel-, los funcionarios jerárquicos ganan diez veces más que los maestros ,
los taxistas juegan al truco de parados, el café se sirve con chipá y las
manifestaciones arrancan a las 9 de la mañana, porque el sol de la tarde obliga
a la siesta.
Rumbo
a una protesta, el líder piquetero Alberto “Tito” López señala a Clarín que el
“pleno empleo” chaqueño “es mentira” y que una franja de sus seguidores no
reciben ni siquiera asistencia social.
“A
ver, vengan acá los que no tienen nada, ni trabajo ni plan” , ordena por el
megáfono, debajo de un sombrero de ala azul. Y enseguida se amontonan 32
personas, entre ellas madres con chicos en brazos, jóvenes y cartoneros. “Si un
padre consigue trabajo, le pagan 225 pesos y corre el riesgo de que a su mujer
le corten otros beneficios que tenga. Hay familias que, en este esquema,
perderían plata, por eso prefieren mantener el ingreso mayor, sin salir a
buscar empleos mal pagados”, señala Omar Gómez, en caminata hacia la Plaza 25
de Mayo, que es la principal.
Jorge
Colina, jefe de investigaciones del Instituto para el Desarrollo Social
Argentino (IDESA) calcula que el desempleo chaqueño afecta al 21,1 por ciento
de la población activa: “El fenómeno de la baja tasa está lejos de representar un
problema menos; todo lo contrario, es un problema laboral más, dado que es el
resultado de la baja tasa de participación laboral. Es decir, gente en edad de
trabajar que, desalentada por la falta de oportunidades laborales, se inclina
por retirarse del mercado laboral”.
Un
informe de su consultora explica que “en Resistencia, apenas 6 de cada 10
personas en edad activa, entre 20 y 60 años, participan en el mercado de
trabajo, el resto son amas de casa, estudiantes o personas que no estudian ni
trabajan por falta de chance o escasas habilidades para el empleo. Si estas
personas comenzaran a buscar trabajo, la tasa de desempleo sería hasta tres
veces más alta que el promedio nacional, de 7,2 por ciento. Es un fenómeno que
se denomina ‘desempleo oculto’”.
El
Nuevo Banco del Chaco pagaba los planes sociales en el centro de la ciudad,
pero la sucesión de cortes de calles en reclamo de aumentos, y la visibilidad
periodística de esos conflictos, llevó a una mudanza hacia las afueras.
Clarín
encontró la larga cola de “ocupados-desocupados” en el estadio del Club
Atlético Sarmiento, cuyos cimientos fueron inaugurados por Néstor Kirchner en
2009 y, el próximo miércoles, será escenario del duelo entre Argentina y
Brasil.
La
cola de beneficiarios de planes sociales supera los 100 metros y comienza a
moverse hacia las entrañas de la platea visitante a las 7.30, porque a las 8
arrancan los pagos.
Más
apartado, entre calles de polvo, está el barrio Hermano, cuyas mujeres tuvieron
que salir a vender locro, pastelitos y empanadas para poder comprar los postes
de luz.
¿No
hay plata para esto? Un relevamiento que hizo Clarín sobre los últimos 400
decretos firmados por Capitanich, permitió encontrar algunas perlas. El 23 de
agosto, por ejemplo, el gobernador autorizó un anticipo de 20 mil dólares, en
pleno cepo cambiario, a dos pilotos de avión, para que aprendan a manejar el
nuevo Learjet 60 que compró la provincia.
En
setiembre, Capitanich designó a una funcionaria para representarlo en una exposición
de arte en Alemania, una feria de alimentos en Moscú y una reunión técnica en
Bolivia y le asignó 10 mil dólares para “solventar gastos de cortesía,
homenajes e imprevistos”.
Además,
avaló viáticos por 5.400 dólares para dos enviados a la Cumbre Mundial de
Loterías, que se hizo en Canadá.
Lejos
de esos billetes, en el barrio 29 de Agosto, María corta el pasto con un
machete y avisa: “Tenga cuidado, que puede haber yararás”. Un cartel da la
bienvenida, con un entusiasmo que le gana a la resignación, pues dice:
“Queremos vivir mejor” .
Es
allí donde Patricia Careaga, la emprendedora sin emprendimiento , se las
arregla para capacitarse en varias cosas a la vez. Ensaya dactilografía con un
teclado sin pantalla, porque no pudo ahorrar todavía para comprar el resto de
la computadora. “Cierro los ojos y me imagino las letras . Por suerte, mi
hermana trabaja en un ciber y cuando voy al centro puedo practicar mejor”,
cuenta, mientras escucha una clase de instrucción cívica que le bajó su sobrina
al celular: “Tengo que aprender el funcionamiento de los tres poderes y los
principales artículos de la Constitución, porque me avisaron que hay un puesto
en Tribunales y quiero presentarme”.
Patricia
tuvo hace poco una entrevista en una empresa de celulares “pero una no rinde
cuando estás tan nerviosa, cuando la instancia es tan decisiva”. Mientras
espera una nueva chance, se anima con el inglés, compra especias al por mayor
para venderlas en bolsitas, y quiere organizar una “venta de garage” con las
pocas cosas que tiene.
Los
funcionarios chaqueños sostienen que los índices extraoficiales “carecen de
rigor científico y confunden a los consumidores con datos no comprobados”, como
toreó el subsecretario de Comercio Interior provincial, Ricardo Marimón, en
línea con los argumentos de sus pares nacionales.
Le
molesta el denominado Indice Barrial de Precios , que duplica los costos de la
Canasta Básica Total que da el INDEC. Este indicador, elaborado por la
agrupación Barrios de Pie en base a relevamientos en 76 barrios de Vilelas,
Barranqueras, Fontana y Resistencia, asegura que una familia chaqueña necesita
3.226 pesos para no ser pobre, mientras que el INDEC ubica esa línea en los
1.555,43 pesos.
La
brecha aparece también en el cálculo de la Canasta Básica Alimentaria para una
familia tipo, que para el Gobierno nacional es de 699,01 pesos y para los
militantes sociales chaqueños es de 1447,08 pesos.
“Es la
realidad que nos traen nuestros 40 relevadores, que caminan los barrios mejor
que cualquier técnico del INDEC. Quieren pintar un mundo de fantasía, como pasa
con el índice de desempleo. Les falta anunciar la llegada masiva de suecos,
españoles y americanos al Chaco en busca de trabajo”, ironiza Marcelo Salgado,
de Barrios de Pie, mientras recomienda la lectura de blogs que se burlan del
anuncio de la desocupación cero.
La
última sudestada, o quizás los piquetes que la esperaban cerca del aeropuerto,
impidió el aterrizaje de la presidenta Cristina Kirchner, a quien aguardan
ahora el próximo jueves, un día después del partido de la Selección.
La
esperan con otra muestra de fidelidad: la administración Capitanich decidió
suspender la difusión de su Índice de Precios al Consumidor , que daba más alto
que el del INDEC. Se va a seguir haciendo, pero permanecerá en secreto, como
los datos clave de las novelas de suspenso.
Suena
sincera, esta vez sí, la justificación que dio el ministro de Planificación del
Chaco, Raúl Codutti: “La gente ya no cree en estas mediciones” .
Aquí, en
Resistencia, suceden cosas increíbles. Mientras la gente reclama, por ejemplo,
las autoridades acaban de aumentarse el sueldo. Hay también una calle en el
centro que se llama Arturo Illia que, de repente, pasa a llamarse Juan Domingo
Perón.
Autor: Pablo Calvo
Fuente: Diario Clarin
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